No se si es que ya se huele la primavera y estamos desentumeciendo las mentes, pero esto va viento en popa...
El próximo día 25 de marzo, lunes, estaremos en Sena,con un cuento que nos ha hecho disfrutar mucho, con "El monstruo peludo"
¡preparaos a pasar un buen rato chicos y chicas del colegio!
"Era una mañana de primavera y una niña jugaba en su cuarto. Jugó con un tren, con una pelota, con un rompecabezas.
Pero pronto se aburría de todo. Luego empezó a jugar con un periódico
Hizo un sombrero de papel y se lo puso en la cabeza.Después, hizo un barco y lo puso en la pecera.
La niña se cansó también de jugar con el sombrero y con el barco.
Entonces hizo un hombrecillo de papel de periódico
Y estuvo toda la mañana jugando con él.
Por la tarde la niña bajó al parque para jugar con sus amigos. Iba con ella el hombrecillo de papel.
Al hombrecillo de papel le gustaron mucho los juegos de los niños. Y los niños estaban muy contentos con aquel amigo tan raro que ahora tenían.
Por fin todos se sentaron a descansar. El hombrecillo de papel de periódico era muy feliz y quería que los niños estuvieran contentos.
Por eso comenzó a contarles las historias que sabía.
Pero sus historias eran historias tristes. Y los niños al oír aquellas historias, se quedaron muy tristes. Algunos se echaron a llorar.
Entonces el hombrecillo de papel de periódico pensó: "Lo que yo sé no es bueno, porque hace llorar a los niños".
Y echó a andar, solo, por las calles. Iba muy triste, porque no sabía hacer reír a los niños De pronto, vio una lavandería.
El hombrecillo de papel dio un salto de alegría y, con paso decidido, entró.
- "Aquí podrán borrarme todas las cosas que llevo escritas; todo lo que hace llorar a los niños", dijo
Cuando salió... ¡Nadie le habría reconocido!
Estaba blanco como la nieve, planchado y almidonado. Dando alegres saltos, se fue hacia el parque. Los niños le rodearon, muy contentos, y jugaron al corro a su alrededor. El hombrecillo de papel sonreía satisfecho. Pero, cuando quiso hablar...
¡De su boca no salía ni una palabra! Se sintió vacío por dentro y por fuera.
Y, muy triste, volvió a marcharse. Caminó por todas las calles de la ciudad y salió al campo
(Aquí podeis ver todo lo que el hombrecillo se encontró en su viaje)
Entonces, de pronto, se sintió feliz.
Su corazón de papel daba saltos en su pecho. Y el hombrecillo sonreía, pensaba que tenía un pájaro guardado en el bolsillo.
Y comenzó a empaparse de todos los colores que veía en los campos: del rojo, amarillo y rosa de las flores; del verde tibio de la hierba; del azul del agua y del cielo y del aire...
Luego se fue llenando de palabras nuevas y hermosas.
Y cuando estuvo lleno de color y de palabras nuevas y hermosas, volvió junto a los niños.
Mientras descansaban de sus juegos y sus risas, el hombrecillo les habló.
Les habló de todas las personas que trabajan por los demás; para que nuestra vida sea mejor, más justa, más libre y hermosa.
Sobre el parque y sobre los ojos de los niños cayeron estas palabras como una lluvia fresca. La voz del hombrecillo de papel se hizo muy suave cuando habló de las flores... Y de los pájaros del aire... Y de los peces del río y del mar...
Los ojos de los niños y del hombrecillo de papel se llenaron de sonrisa.
Y cantaron y bailaron cogidos de las manos. Y todos los días a partir de aquella tarde, el hombrecillo de papel hacía llover sobre la ciudad un mundo de color y de alegría."
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Pero el hombrecillo de papel nos ha traido un regalo al colegio, ¿quereis saber qué es?
"Aquí dentro están las piezas más importantes para conseguir un mundo de paz. ¿Me ayudais a abrirlo? Una, dos y tres..."
al C.E.I.P. La Laguna por permitirnos compartir estos ratos tan estupendos y agradecer especialmente
a Mª José Casas por descubrirnos este cuento y colaborar con su experiencia en el montaje y en la preparación
y a dos espectadoras de lujo, Josefina y Pilar Monter, que vinieron desde Sena a vernos, a darnos mucho ánimo y todo su apoyo en esta actividad en la que ponemos toda la ilusión del mundo y el tiempo que podemos