Ahora tocaba buscar la forma más divertida de presentarlo y, tras unas cuantas deliberaciones, decidimos hacer un guiñol adaptado.
Había que conseguir los personajes: el rey, la princesa Lucila, el príncipe, el caballo miedica, la mariposa y sobre todo, el monstruo pelud, que tenía que ser monstruoso pero a la vez divertido.
Y de las manos de nuestra "jefa de vestuario" surgió un fantástico monstruo, terrorífico pero entrañable.
Los ensayos han sido especialmente divertidos, nos ha quedado un buen sabor de boca. Seguro que la actuación sale estupenda, además habrá alguna sorpresa que otra.
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